Etapas del duelo

El duelo suele estar marcado por distintas etapas, aunque no todas las personas las experimentan de la misma manera o en el mismo orden.

Entre las etapas más comunes están:

  • Negación:

En esta primera etapa, las personas suelen sentir incredulidad y rechazo ante la realidad de la pérdida. A veces, la negación actúa como un mecanismo de defensa para amortiguar el golpe emocional inicial, dándole al individuo tiempo para asimilar la muerte.

  • Ira:

Después de la negación, es común experimentar enojo e irritabilidad, a menudo dirigidos hacia uno mismo, otras personas o incluso hacia el ser querido fallecido. Esta ira puede también expresarse como frustración por la impotencia de no haber podido cambiar el desenlace.

  • Negociación:

Durante esta fase, las personas a veces intentan negociar con la realidad de la pérdida, buscando formas de revertirla o aliviar el dolor emocional. Esto puede implicar pensamientos del tipo “si tan solo hubiera hecho esto…” o “quizás si hubiera actuado diferente…”.

  • Depresión:

Una etapa crítica en el duelo donde la tristeza, el vacío y el desinterés por el mundo exterior pueden predominar. Es aquí donde el individuo puede experimentar síntomas depresivos, sentirse abrumado por la ausencia del ser querido, e incluso tener dificultades para continuar con las actividades diarias.

  • Aceptación:

La aceptación no implica la desaparición del dolor, sino que la persona comienza a adaptarse a la nueva realidad de la vida sin la persona fallecida. Es una fase de ajuste donde se aprende a vivir con la pérdida, y aunque el recuerdo permanece, se puede empezar a mirar hacia el futuro con mayor tranquilidad.

Estas etapas no necesariamente ocurren en un orden fijo, y algunas personas pueden experimentar una combinación de estas emociones en distintos momentos

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